EL NIHILISMO
Nihilismo (< latín nihil ['nada']) El Nihilismo es una posición filosófica que argumenta que el mundo, y en especial la existencia humana, no posee de manera realmente objetiva ningún significado, propósito, verdad comprensible o valor esencial superior. Los nihilistas pueden creer una de estas tres cosas:
- Que ninguna finalidad o propósito superior existe. Sólo hay nada.
- Que la realidad que experimentamos los humanos no existe tal y como la vemos.
- O que la realidad es incognoscible (no se puede conocer), por lo que entenderla siempre será inútil en lo práctico y sin sentido en lo teórico.
Nihilismo es la negación de todo principio, autoridad, dogma filosófico o religioso. El nihilismo hace una negación a todo lo que predique una finalidad superior, objetiva o determinista de las cosas, hace ese énfasis negando la idea de Progreso en la Historia. Por tanto es contrario a la explicación dialéctica de la Historia.
En cambio es favorable a la perspectiva del devenir constante de la historia objetiva, sin ninguna finalidad superior. Es partidario de las ideas vitalistas. De deshacerse de todas la ideas preconcebidas para dar paso a una vida más completa.
Es más, el Nihilismo sería la consecuencia directa del Vitalismo, y su máxima expresión. Así el nihilismo tendría como características ser Vitalista y Anti-Teleológico. Con una perspectiva bastante ontológica.
De esta forma como niega toda finalidad niega así mismo toda autoridad.
Aunque el término fue popularizado por el novelista ruso Ivan Turgenev en su novela Padres e hijos (1861) para describir las visiones de los emergentes intelectuales radicales rusos, la palabra nihilismo fue introducida en el discurso filosófico por primera vez por Friedrich Heinrich Jacobi (1743–1819) en una carta enviada a Fichte en 1799.
Jacobi usó el término para caracterizar el racionalismo, y en particular a la filosofía crítica de Immanuel Kant con el fin de llevar a cabo una reductio ad absurdum según el cual todo el racionalismo (la filosofía como crítica) se reduce a nihilismo, y por lo tanto debe ser evitado y reemplazado con un retorno a algún tipo de revelación o conocimiento trascendente.
Los intelectuales que describió Turgenev en su novela eran principalmente estudiantes de clase alta que estaban desilusionados con el lento avance del reformismo. El portavoz principal de esta nueva filosofía fue D. I. Pisarev (1840-1868), quien articuló un programa de utilitarismo revolucionario y consideraba la violencia como una herramienta para el cambio social.
La palabra pronto se convirtió en un término de burla para las generaciones más jóvenes y radicales, y continúa siéndolo en tiempos modernos. Se utiliza a menudo para indicar un grupo o filosofía caracterizado por la falta de sensibilidad moral, creencia en la verdad, belleza, amor o cualquier otro valor y ningún respeto por las convenciones sociales actuales.
El Nihilismo como filosofía alemana y política rusa
Si bien el nihilismo no se enfoca en ninguna cultura en especial y se puede dar en sus varios aspectos en cualquier medio humano, ha sido en Rusia como movimiento político y en Alemania como movimiento filosófico donde se ha desarrollado con mayor fuerza, eso sí, sin dejar de ser una fuerza disidente y muchas veces polémica.
Concepto filosófico del nihilismo
El nihilismo tiene antecedentes muy antiguos y se encuentra ya en algunos textos filosóficos hebreos, como el Eclesiastés. Entre otros filósofos ecuménicos que han escrito sobre esta materia se incluye a Friedrich Nietzsche y a Martin Heidegger. Nietzsche describió a la cristianidad como una religión nihilista porque evadía el desafío de encontrar sentido en la vida terrenal, y que en vez de eso crea una proyección espiritual donde la mortalidad y el sufrimiento eran suprimidos en vez de transcendidos. Nietzsche creía que el Nihilismo es un resultado de la muerte de Dios, e insistió en que debía ser superado, dándole de nuevo significado a una realidad monista. Buscó un idealismo pragmático en vez del idealismo cósmico de Schopenhauer.
Heidegger describió al nihilismo como el estado en el que no queda nada del ser en sí, y argumentó que el nihilismo se apoya en el reduccionismo del Ser a un mero valor. El nihilismo es el proceso que sigue la conciencia del hombre occidental y que quedaría expresado en estos tres momentos:
- El nihilismo como resultado de la negación de todos los valores vigentes: es el resultado de la duda y la desorientación.
- El nihilismo como autoafirmación de esa negación inicial: es el momento de la reflexión de la razón.
- El nihilismo como punto de partida de una nueva valoración: es el momento de la intuición, que queda expresada en la voluntad de poder, en quien se expresa a su vez el valor de la voluntad.
Esta es la base sobre la que ha de construirse, según Nietzsche, la nueva filosofía. El hombre provoca, en primer lugar, la muerte de Dios, sin apenas darse cuenta de ello. En segundo lugar, el hombre toma conciencia plena de la muerte de Dios y se reafirma en ella.
En tercer lugar, y como consecuencia de todo lo anterior, el hombre se descubre a sí mismo como responsable de la muerte de Dios descubriendo, al mismo tiempo, la voluntad de poder, e intuyendo la voluntad como máximo valor.
Véase también: Punk y Destroy
Aspecto político de la palabra
Como una filosofía política Rusa, marcada por el cuestionamiento de la validez de todas las formas de autoridad y una propensión a la destrucción como herramienta primaria de cambio político, el nihilismo encuentra sus raíces en 1817 con la fundación de la primera sociedad política rusa secreta bajo Pavel Pestel. En parte como reacción contra el coronamiento del Zar Nicolás I quien fuera más tarde visto como un absolutista, especialmente luego del comparativamente más abierto reinado del Zar Alejandro I. Más tarde, el anarquista, filósofo y masón Mijaíl Bakunin se hizo nihilista en oposición a la filosofía política de Karl Marx, ya que Bakúnin decía que ésta conducía inevitablemente a un estado totalitario.
La filosofía política nihilista rechaza toda religión y autoridad política, tradiciones sociales y tradiciones morales como opositores a la libertad, el ideal final. En este sentido, puede ser visto como una forma extrema del anarquismo. El estado entonces se convirtió en el enemigo y el enemigo fue atacado ferozmente. Tras ganar popularidad en Rusia, el movimiento se degeneró para convertirse en células violentas, libres de cualquier filosofía clara más allá del llamado a la destrucción. Ya en esta etapa algunos de aquellos jóvenes nihilistas habían dejado de serlo para formar parte de sociedades secretas violentas inspiradas por teorías semi-revolucionarias que ya nada tenían que ver con lo anterior, así mal se puede decir que el nihilismo es sinónimo de terrorismo porque de los nihilistas como tales no se conocen mayores atentados contra civiles (algunos eran casi no-violentos, más gustaban de conspirar planes más creativos), con las excepciones de contados ataques contra autoridades cometidos por algunos de ellos, actos que habrá que ubicar en su debido contexto sin generalizar.
El nihilismo se asemeja mucho al anarquismo, pero existen algunos puntos de diferencia, principalmente es que el nihilismo es un punto de vista filosófico, ético y luego político si bien su originalidad radica el lo primero (lo filosófico-ético) en lo segundo no aporta mayor originalidad sino que se convierte en algo compatible con el anarquismo. Esto claro en el significado positivo de nihilismo que previamente se ha explicado.
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